La fatídica historia de la joven Luisa Paola Osorio ocurrida el 23 de julio de 2015 en el arroyo de la 21 estuvo a punto de repetirse. Esta vez tuvo un mejor final y el protagonista fue Carlos Mario Soto Navarro quien se salvó de que la corriente lo zambullera por el puente de la calle 30 con 21, donde murió Luisa.

El protagonista de esta historia se consideró como un milagro de Dios tras salvarse de morir en las turbulentas aguas del Arroyo de la carrera 21. 

El joven con trastornos cognitivos contó lo vivido durante su recorrido de casi un kilómetro en medio del caudaloso arroyo.

"Iba cruzando el arroyo, y sentí un palo entre las piernas", dijo el joven pese a sus dificultades con el lenguaje. Siguió: "Me estoy recuperando, sufrí muchos golpes, tengo raspones en el cuerpo". 

Este hecho quedó registrado en varios videos de personas del sector que se sorprendieron cuando grababan la fuerza del arroyo y de repente apareció un hombre tratando de salir del agua. 

"Estaba muy asustado, soy un milagro de Dios", contó el protagonista de esta historia. 

Por fortuna Carlos Mario salió con vida de la fuerte corriente. Se salvó de no perderse entre las aguas en la unión de los arroyos de la 21 y Rebolo en la calle 30. 

Armando Soto, hermano de Carlos Mario, dijo que "Gracias a Dios cogió el carril izquierdo porque donde hubiese cogido el derecho la noticia fuera diferente". También agradeció a su abuela que está en el cielo y está seguro que metió sus manos para que saliera con vida.

Carlos Mario había salido el martes para donde una tía a buscar unos medicamentos, y ayer cuando quiso regresar comenzó a llover. 

"Como que quiso cruzar la calle y se metió al arroyo inocentemente. Gracias a Dios está con nosotros", manifestó Armando. 

El joven de 19 años fue rescatado por unas personas que se encontraban a la altura de Rebolo con la 30 y en ese sector la corriente no era fuerte.

Carlos Mario Soto tiene una colostomía, y hace poco fue sometido a una cirugía.